lunes, 23 de abril de 2012

deseos frustrados

Cuando un día te despiertas, y de repente sin motivo alguno sientes que no puedes más. Sólo te sale llorar, no hablas, no comes, estas torpe, parece que todo te sale mal...
Llorar, llorar y llorar. Y deberías estar feliz, alegre y sonriente...es uno de los mejores momentos de tu vida, sin embargo convives con pequeños roces y rasguños en tu interior. Quizá deberías sacarlos al exterior, compartirlos y curarlos. Pero se queda en el quizá. y por eso me odio a mi misma, por guardarlo. Por no arriesgar, por miedo a fracasar, a que salga mal... Y otra vez lo mismo de siempre. Porque la paciencia se agota, y quieres gritar y soltarlo todo y compartirlo. Pero sólo sé llorar. Ni siquiera pensar, porque no merecerá la pena rayarse si al final te echas atrás y te das por vencida.

Puede que prefiera estar jodida por el fracaso que jodida por no arriesgar y darme por vencida.
Conozco ambos dolores y creo que al fin, son lo mismo. Dolor. Y el resultado es NADA. Sólo sentir que no puedes más. Maldita frustración.

martes, 17 de abril de 2012

encanto de lo efímero

tú lo sabes, pero a menudo te olvidas. Lo intentas. Intentas engañarte. Pensando que todo está bien, que todo saldrá bien. Tal y como tu lo planeaste, lo soñaste y lo deseaste. Pero aún así sabes lo que ocurrirá, y lo sabes bien. Soledad. No lo quieres asumir. En la ignorancia todo progresa.
El tiempo se va, se marcha y tu te marchas con él. Tu y solo tu. Soledad. Pensando que algún día llegará. Pensando, planeando y soñando. Pero sí, todo será en vano, y una vez más estallarás en lágrimas.