viernes, 20 de enero de 2012

un año más

Suena la alarma del movil, 6:00. En un principio me asusto...la apago. Me cuesta despertarme, me levanto y como de costumbre voy al baño. A continuación me visto, me miro y no me veo muy convencida de lo escogido; lo veo demasiado para un día urbano y algo resacoso, pero intuyo que será un gran día y me veo tan mona que decido ir tal cual, sin más.
El tiempo aprieta, mientras preparo el café, algo de maquillaje para asentar el careto...
Deprisa desayuno, preparo el petate y que comience el día!
Andando a la estación con el fresquín de la mañana, pero no es molesto, me despierto.
Al fin y compro los billetes, ¡Madrid!, y hasta me sobra tiempo. Subo al bus, me acomodo e intento dormir y descansar... pero el sol no me quiere dejar, entra por la ventana, me llama y lo agradezco, le contesto ¡qué alegría, qué buen día!
Se feliz. Intento componer el cubo de rubik que conseguí anoche, ligeramente alcoholizada...

Madrid, Madrid, Madrid.


18.III.2011

sábado, 7 de enero de 2012

carpe diem

...porque a veces ni yo misma me entiendo. Ni sé lo que pasa por mi mente. ¿qué es lo que quiero? me gustaría razonar, que alguien me lo explique, reflexionar.
Pero si no lo sé yo, ¿quién? ¿ por qué es tan difícil?
O dejarse llevar, o pensar y rayarse... Porque cuando la cabeza se niega a dejarse llevar, algo no funciona, no te llena, no te complace. Incomodidad, angustia. Como un Domingo de resaca, cuando deseas que hubiese empezado el finde, cuando te cuestionas el por qué lo hiciste, en qué momento comenzaste con esto.
Ahora ya no hay vuelta atrás. Dejarse llevar.