juegan ganan y joden

 No sabia que hacer, sentía miedo porque realmente no sabia lo que quería, lo que seria mejor, no quería hacerme daño.

 Una vez más dejarlo pasar y aquí NUNCA ha pasado nada. Quería hacerlo bien, lo prometí. Debía luchar, atreverme a fracasar. Pero no tenía claro como hacerlo, indecisión y confusas emociones.

Porque no se como ni porque, pero me importas; no sé si lo que me importa es tu persona, tu carácter, tu físico, tu compañía...no sé lo que me interesa.

Solo quiero que esta vez se estabilicen las cosas, dejar las cosas claras es importante.

Porque no fueron cuatro gestos los que cambiaron una relación, ni los que la empezaron, ni por supuesto , no fueron los que terminaron con una relación, una relación basada en la atracción, atracción mutua tal vez.

No quiero jugar, ni que jueguen conmigo, y no ser yo la que juegue con los demás.

Desaparecerás como todos, o te quedarás a jugar en mi mente(porque en mi presencia no lo permitiré)

luz en la oscuridad

 Busco, me busco...
 No existe prototipo alguno, no existe el ser perfecto; deja de buscarlo, no lo encontrarás. Aún así sigues buscando. Cansada de la rutina, y de no encontrar de ser lo mismo de cada día, de cada noche, de cada oscuridad.
 Basta ya. Una vez más no. Pero realmente, te gusta la situación y eres feliz. ¿feliz acosta de los demás? ¿No es esa felicidad lo que buscabas? Ese estado pleno en el que todo lo demás, es ajeno y no importa. Y estas segura de que existe y lo encontrarás, que ingenua...
 Quizá la felicidad esté en uno mismo, lo que buscamos lo tenemos delante...esa es la luz de nuestra oscuridad. Esa luz tan dependiente de los demás, esa jodida luz que en realidad, produce tanta oscuridad.

al borde del abismo

Toda mi vida la he pasado andando al borde de un abismo sin fondo, saltando de piedra en piedra, a veces trato de dejar mi estrecha senda y unirme a la vertiginosa corriente de la vida, pero siempre me encuentro inexorablemente empujado hacia el borde del abismo, y por allí andaré hasta que al fina caiga al borde del precipicio....

EDUARD MUNCH